Segunda unidad mediaba,
después del Sol altivo,
silueta borrosa cruzaba.
La vista dirijo,
blanco encuadrado,
sólo diviso,
azul encuadrado,
sólo atisbo.
No está claro,
pero, oh, sí,
es el estampado.
La silueta se aleja,
paso tras paso,
parsimonía se refleja.
Ya no la siento,
Penélope no existe,
grato alivio,
pero vacío me siento.
La vida ha superado,
su andar trasciende,
como diente de león,
discreto y liviano.
Pesares no tiene,
feliz es bien ella,
pues son sus reglas,
a las que se atiene.
Ironía me persigue,
pues alma desaparece,
mas cuerpo resplandece,
aquel que escondías,
su potencial amagabas,
y yo lo ignoraba,
en sueños hoy tiene,
el lugar que se merece.